¿Contratar los servicios de un interiorista?

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RC STUDIO interioristas en Mataró

Desde que el hombre vivía en cuevas ha sentido la necesidad de convertir los lugares en los que vive en espacios más cómodos y adaptados a sus gustos. Y es que una casa es más que un refugio y nuestra capacidad creativa innata hace que dediquemos tiempo y esfuerzo para convertirla en un verdadero hogar.
Eso sí, contar con el asesoramiento de profesionales que nos ayuden a encontrarnos más a gusto, es fundamental. Y es que muchas ideas y elementos suelen pasar desapercibidas para la mayoría de personas que no son expertas.
Por eso, no es raro que la figura tanto del decorador de interiores como del interiorista estén experimentando una demanda importante en los últimos años, sobre todo si tenemos en cuenta que actualmente se adaptan y reforman más casas que las que se construyen . Además, las personas son cada vez más conscientes de la psicología del espacio y de cómo influye en nosotros por bien y por mal.
¿Pero qué necesitas un decorador de interiores o un interiorista? Pues depende de lo que quieras hacer y de lo que quieras consigue.

Diferencia entre un decorador de interiores y un interiorista

En el mundo de la construcción y la arquitectura existe cierta confusión entre las funciones que desempeña un interiorista y un decorador de interiores. Veamos cuáles son las principales diferencias entre ambos.

 

¿Qué hace el decorador de interiores?

 

Cuando un decorador de interiores entra en una habitación analiza la iluminación, cómo entra y cómo influye en el espacio; la distribución de los muebles y la relación con el resto de elementos; los materiales y tejidos que se encuentran, etc. Su misión es vestir el espacio, reorganizarlo y conseguir un ambiente determinado para espacios concretos con el objetivo de dar una nueva imagen estética y reflejar un estilo propio en cada sitio.

 

¿Qué hace el interiorista?

 

En cambio, un interiorista trabaja fundamentalmente la modificación y distribución del espacio para transformar toda la imagen en su conjunto. Cambia el espacio y adapta a las necesidades del cliente. Por ejemplo, puede modificar las instalaciones, eliminar paredes, escoger nuevos materiales… Con lo cual, no estudia el espacio, sino que crea uno completamente nuevo para encontrar una distribución adecuada en función del tamaño y una organización que nos permita incluir los accesorios necesarios de una forma más cómoda.


Así pues, cambiar los tabiques de una vivienda o sus instalaciones no forma parte del trabajo del decorador, sino que es el interiorista quien modifica el espacio. Sin embargo, el decorador es experto en escoger y colocar los muebles y accesorios que conforman la vivienda, la oficina o el local comercial. Escoge los estampados, el color de las paredes, la luz artificial… y un largo etcétera para adaptarlo todo al gusto del cliente.

En definitiva, el interiorista transforma los espacios físicos y el decorador les ambienta según las preferencias, actividades y presupuesto del cliente. A grandes rasgos, podríamos decir que el decorador escoge los objetos decorativos, los textiles, el papel pintado, etc. Mientras que el interiorista rediseña los espacios, puede demoler tabiques, subir y bajar techos, cambiar la distribución, escoger la iluminación o incluso diseñar mobiliario a medida. Pero también posee conocimientos técnicos para poder responder a todas las necesidades de las instalaciones.
Con ello, se trata de dos profesiones distintas. El objetivo es el mismo, ya que ambos profesionales se centran en identificar y aprovechar al máximo el potencial del espacio, pero ni se trabaja de la misma forma ni con los mismos materiales.

Mientras que el decorador de interiores interpreta el espacio y le da forma para plasmar un estilo específico, el interiorista busca crear un entorno habitable equilibrando lo estético y lo funcional, lo que lo convierte en un profesional intermedio entre la arquitectura y la decoración.

Decorador de interiores o interiorista: ¿qué necesito?

Aunque presentan ciertas diferencias, ambas disciplinas están estrechamente relacionadas, por lo que los interioristas saben de decoración y los decoradores saben de interiorismo. ¿Pero sabes qué es lo que necesitas en cada caso? Si te estás planteando realizar una reforma en tu vivienda, es fundamental que cuentes con los profesionales adecuados.

Un interiorista tiene conocimientos en arquitectura, por eso te ayudará a sacar el máximo provecho al espacio y mejorar la habitabilidad y la funcionalidad de una vivienda. Por su parte, el decorador mejora la estética. Por tanto, si necesitas hacer reformas de espacio y distribución de los espacios, lo que necesitas es un interiorista. Y si lo que quieres es dar un lavado de cara a tus estancias y cambiar tu estilo, lo que necesitas es un decorador de interiores.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que el decorador de interiores y el interiorista se complementan para crear nuevos espacios y estilos. Gracias a su trabajo, crean ambientes que contribuyen a una mayor comodidad en los hogares a una mayor eficiencia en los entornos laborales. La cuestión no es elegir cuál de los dos es mejor, sino que es el trabajo conjunto de ambos profesionales lo que permite conseguir los mejores resultados. Por eso, ambos profesionales son fundamentales y complementarios.

El interiorista busca la mejor solución para sacar el máximo provecho a cada estancia de la vivienda, interviniendo cuando el cliente necesita una reforma integral o parcial de la vivienda o la oficina. Cuando todos los espacios han sido reestructurados, entra en escena el decorador para escoger las prendas del mobiliario y la iluminación. Teniendo en cuenta el trabajo realizado en la fase de interiorismo, el decorador estudia cada estancia para sacar todo su potencial. Sin embargo, hay interioristas que también se encargan de la decoración, por lo que ofrecen proyectos globales en este sentido.

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La cuestión es que, muchas veces, por mucho que cambiemos la decoración, el problema radica en el mismo espacio. Pero otras veces, aunque existe una buena distribución de las estancias, no se acompaña de un buen proyecto de decoración que saque lo mejor de cada estancia. Con lo cual, hay que hacer énfasis en la importancia de ambos perfiles para conseguir un resultado de diez. De esta forma, te evitarás muchos imprevistos y gastos adicionales, así como plazos de entrega que se prolonguen demasiado.